Entrevista: Teresa J. Cuevas
La artista española nació y creció en Madrid, pero atribuye su paso por Corea del Sur como fundamental para transformarse en la artista que es ahora. La búsqueda de un equilibrio en todos los aspectos de la vida es una influencia principal en su serie de arte. Para 2024, su aspiración es poder mostrar su arte en el extranjero.
Me gustaría comenzar esta entrevista llevándote a tus recuerdos de infancia. Cuando eras niño, te encantaba pasar tu tiempo libre cortando rocas. Tu obra Encuentros refleja que desde entonces estás intrigado por los misterios que se esconden dentro de una piedra. ¿Te conmovió el arte desde una edad temprana?
Teresa J. Cuevas: Sin saber que esto estaba relacionado con el arte, ya me fascinaba la belleza oculta de la naturaleza cuando era niña. Siempre he sentido mucha curiosidad por el mundo de las piedras y los minerales. Sus colores y pigmentos, la unión morfológica entre pequeñas partes, siempre me sonaron a misterio. La serie "Encuentros" es un regreso a mi infancia, a un lugar donde me veo de nuevo rompiendo rocas, descubriendo su alma y juntando sus piezas en armonía.
Otra serie tuya, llamada "Naturaleza y Luz" tiene un aspecto muy interesante, que es el equilibrio entre los opuestos: pesado y ligero, lleno y vacío, luz y oscuridad. ¿Cómo se alcanza un equilibrio ideal entre opuestos?
T.J.C.: Un artista busca la medida entre lo oscuro y lo luminoso. Nos hacemos preguntas existenciales y comunes y, de alguna manera, encuentro que la oscuridad está, en cierto sentido, muy cerca del próximo destello. No hay materia sin el espacio que hay en ella, no hay alegría donde antes no había silencio, y todos nos encontramos en esta búsqueda del equilibrio. Algunos velan por el equilibrio a través de la cerámica, otros prefieren escribir, y los que como yo, pintamos. Dylan Thomas (poeta y escritor galés) solía decir: "La luz aparece donde no brilla ninguna". La búsqueda de la luz necesita de este contraste.
La introspección también juega un papel crucial en tu arte. ¿Estamos, como humanos, olvidándonos de echar un vistazo profundo a nuestro interior? ¿Puede el arte llenar este vacío?
T.J.C.: El arte nos ayuda a mantener la mente y las manos ocupadas, nos ayuda a hacer preguntas y a sentir curiosidad por la condición humana. Una vez tuve una rutina diaria frenética (pocas personas saben de primera mano cómo son las horas de trabajo en Corea del Sur). A medida que pasa el tiempo y me vuelvo más madura, me doy cuenta de que todos tenemos varias capas y que debemos cuidarlas para mantener nuestro centro alineado. Sobre todo en el caso de nosotras las mujeres, porque somos madres, hijas, amigas, profesionales... Si no tenemos tiempo para todo lo que nos hace ser quienes somos, podemos perdernos en el ruido, sin permitirnos pensar. Parece fácil decirlo, pero en realidad está al alcance de todos. Necesito 30 minutos de meditación y silencio diarios para poder poner en perspectiva la velocidad y el tiempo de todo. El arte no se puede hacer con prisas.
También eres arquitecto y pasaste un tiempo viviendo en Corea del Sur. ¿Cómo influye esa experiencia en tu trabajo?
T.J.C.: Viví en Seúl durante unos cuatro años, estudiando (en la Universidad de Sungkyunkwan, como parte de su licenciatura en Arquitectura) y trabajando como arquitecta para Jinnie Seo, una artista que crea instalaciones monumentales. También trabajé con One O One, un estudio de arquitectura de alto nivel (donde Teresa tuvo la oportunidad de trabajar con diseño residencial, de restaurantes y bibliotecas). Esta experiencia en Seúl cambió mi vida para siempre en ambos aspectos, profesional y personal. La relación entre la naturaleza, la búsqueda de un equilibrio sin simetría y el desarrollo de mi intuición a través del silencio fueron mis tres mayores lecciones de mi estancia en el campo. También es allí donde nació mi pasión por el arte tradicional coreano, y donde la meditación llegó a mi vida. Desde entonces, he tenido la necesidad de hacer las cosas más despacio, pero mejores. Con más consciencia.
Tu arte se crea en Madrid, pero tus clientes pueden estar en cualquier lugar. ¿Qué haces para ampliar tu audiencia?
T.J.C.: Los principales canales de comunicación para mí en este momento son Instagram y mi sitio web (www.teresajcuevas.com), ambos me ayudan a conectarme con personas de todo el mundo. Es importante destacar que mis piezas pueden ser entregadas a cualquier país, y mi equipo y yo nos encargamos de todos los detalles con la aduana, y nos aseguramos de que el arte esté muy bien embalado, para poder llegar con seguridad a cualquier rincón del mundo.
¿Cuáles son sus expectativas para 2024?
T.J.C.: Mi sueño es poder lanzar este año una exposición en el extranjero: en Nueva York, Seúl o Tokio. Las redes sociales ayudan mucho, pero no hay nada como ver el arte en vivo, frente a ti. Recibo a la gente todos los días en mi estudio, pero poder ver las piezas en otro lugar es algo que me llena el alma.